Singapur es una ciudad a la que hay que adaptarse. Es una ciudad en la que los 365 días del año hace calor y humedad y casi tienes las mismas horas de día que de noche. Las épocas de lluvia (monzón) a veces se pueden hacer un poco agobiantes. La población es muy diversa y no solo hay asiáticos, sino también europeos, estadounidenses, oceánicos, etc. ¡Puedes encontrar gente de cualquier parte del mundo! Será necesario que, en algunas cosas, tu estilo de vida cambie y se adapte.

Aquí no encontrarás la «tapita» con tu cerveza. Si te encuentras un sitio donde te pongan unos panchitos con tu bebida, es una rareza que muy seguramente te cobrarán. Pero en los hawker centres, lugares de reunión y esparcimiento, puedes encontrar esa cervecita a buen precio picando algo típico asiático.

Lo bueno de vivir en una ciudad tan globalizada y con tanta diversidad racial es que puedes encontrar productos curiosos. Desde salchichas alemanas muy ricas, hasta galletitas de sémola y miel, pan francés o requesón ruso.

El arroz

El tipo de arroz y su forma de cocinarlo es distinta a la española. El tipo de arroz bomba no es de esta zona y solo se puede comprar en unos pocos lugares, a un precio indecente. Además, verás que el arroz lo venden en sacos. Puedes encontrar paquetes desde medio kilo a 10 kilos. Si tienes antojo de paella, no hay que preocuparse, gracias a su variedad social y cultural la oferta de restaurantes es inmejorable y, entre ellos, encontrarás buenos restaurantes españoles. 

La leche

La leche tiene un sabor diferente. La que más se parece a la nuestra es la india, que podrás encontrar en Mustafa Centre fácilmente. Sin embargo, las leches frescas aquí son muy buenas y exitosas, además de fáciles de adquirir. La leche fresca Meiji, es japonesa y la usan mucho en las cafeterías; tiene un sabor muy rico que, cuando te acostumbras, compensa su elevado precio.

El pescado

Algo que se suele echar de menos es la gran variedad de pescados de España. Aquí es difícil encontrar tanta variedad o, por lo menos, pescados que nos resulten familiares y den buena espina (nunca mejor dicho).

He aquí algunas tiendas en línea en las que se puede encontrar pescado de calidad:

• OpenTaste

• The Fishwives

• The Sampan Catch

La humedad

Hay pocas ciudades donde las características tan peculiares de humedad y calor se den todo el año. Y es que vivir en el ecuador y en un país asiático tiene sus pros y sus contras.

En casa, la humedad se palpa y, sobre todo, en la ropa y los zapatos. Lo que no uses mucho, lo puedes encontrar blanquecino por el moho en poco tiempo, así que los deshumidificadores serán tus mejores amigos: Thirsty Hippo, DampRid, bolsitas de gel de sílice, o incluso una máquina deshumidificadora si le tienes mucho cariño a estas posesiones. 

La humedad te va a afectar también al pelo. El estilo que más se lleva es el encrespado. Es posible domarlo un poco con un buen champú anti-frizz (Olaplex es caro, pero funciona), aceite de Argán (que puedes encontrar a buen precio en Scoop Wholefoods en Tanglin Mall, Great World City o Paya Lebar) y un cepillo de cerdas de jabalí y nilón.

Transporte urbano con niños

Es muy común moverse en Singapur en taxi o Grab. Es barato y rápido. Si viajas en taxi, no te exigen silla para los niños, pero será menos seguro para ellos. En Grab o Gojek sí hay que llevar a los niños en una silla adecuada. Pagando un extra, puedes pedir que el coche venga equipado con ellas, pero una solución rápida y económica es llevar tu propia silla. Dependiendo de la edad, la Urban Kanga o la Midfold pueden ser la solución.

Para el transporte en autobús a los colegios también usan Ridesafer, que igualmente sirve para el coche.

Que no se te olvide

Cuando sales a la calle no puedes olvidarte los complementos imprescindibles:

• La mascarilla, una botella de agua, un pañuelo o chaquetilla para las zonas de aire acondicionado, una gorra y un paraguas. Tan pronto puede hacer un sol de justicia como caerte el chaparrón de tu vida. Y para los chaparrones van mejor unas buenas chanclas que no tengan problema en mojarse (son fáciles y baratas de adquirir aquí). Ojo con los resbalones: asegúrate de comprar unas chanclas que no sean demasiado deslizantes al mojarse, ni por la parte de la suela, ni por la del pie.

• Llevar siempre encima la tarjeta FIN (como el DNI en España) y  las tarjetas de pago y de transporte.

• Últimamente el móvil se está convirtiendo en una herramienta imprescindible con la que puedes realizar desde pagos con PayNow o PayLah (dependiendo del banco, pero totalmente compatibles), que son aplicaciones con las que puedes transferir dinero fácilmente en cualquier comercio utilizando el número de teléfono o de empresa del recipiente, hasta pedir un taxi o un Grab, así que asegúrate de instalar las aplicaciones más usadas y llevarlo bien cargado de batería. Hoy día es necesario hasta para poder entrar en los establecimientos, ya que hay que escanear los códigos QR que permiten hacer un chequeo de seguridad («nueva normalidad» con SafeEntry). ¡Incluso ya se está usando el móvil para pagar el transporte público! Adiós a las tarjetas de transporte.

• En muchos hawkers todavía hay que pagar con efectivo, así que no te olvides de llevar en la cartera unos cuantos dólares. Y un paquete de pañuelos, que aquí las servilletas brillan por su ausencia.

• Antes de salir de casa, que no se te olvide echarte crema solar de protección 50 y repelente de mosquitos (uno de los favoritos es OFF).